Ayer era San Xuan y fuimos a ver la hoguera a Xixón. Después fuimos a dar una vuelta por Cimadevilla y a la puerta del Bola 8 con encontramos con
Nacho Vegas, el célebre
enfant terrible xixonés. Le hice un dibujo, y después fuimos a decirle unas palabras. De ahí el segundo dibujo. El pobre no dijo gran cosa, no me extraña. Después se escabulló sin dejar rastro, pero por lo menos nos queda la anécdota, ¿no?
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